Durante las revisiones que se hacen de cualquier investigación relacionada con posibles fraudes o delitos económicos en las organizaciones, siempre me encuentro pensamientos en común en los líderes de proceso donde ocurren estos casos y es el hecho de, como no se dieron cuenta lo que estaba pasando, los perpetradores pasaron en medio de sus narices y no lo vieron ¿Cuántas veces confiaron en esa o esas personas y les mintieron en su cara? Créanme que es muy común ver esto. Lo ideal es que todo el mundo haga su trabajo, se esfuerce por ser mejor y se tenga pensamiento de equipo para sacar los trabajos de la mejor forma, pero esto en la realidad a veces no pasa.
Si piensa que el fraude no tocará a su puerta, está muy equivocado. Si piensa que todo el mundo es bueno, está muy equivocado. Si piensa que todo el mundo es malo, también está muy equivocado. Y es que la verdad de esto es que, no existen personas buenas o malas, simplemente - aunque no tan simple- son personas que tomaron en algún momento decisiones que al final no son las correctas.
Parte del trabajo de los líderes de Auditoría Forense es que estamos siempre enseñándoles a nuestros equipos de trabajo la manera correcta de detectar lo que llamamos banderas rojas, esas alertas que nos dan los investigados para poder tener indicios que nos llevan a descubrir que posiblemente algo no está bien. En esta ocasión, les entrego a los líderes de proceso, algunos tips para poder descubrir esas banderas rojas y estar más atentos de lo que pueda pasar en sus áreas, ya que ellos pueden ser también forenses sin serlo, algunas de ellas son:
1. Duda, pero no de todo: Se que parece muy sencillo decirlo, pero a veces se obvia lo obvio porque se da por sentado, pero es importante estar atento a situaciones que parecen inusuales: Comportamientos ante situaciones específicas y cambio de estilo de vida de forma abrupta. Dentro de las revisiones que se hacen, siempre puedo encontrar que muchos de los fraudes cometidos son perpetrados por personal de confianza, personas que se les dio una aprobación o una firma a ojos cerrados sin revisar, pero esto lo veremos más adelante. El dudar no hace que no le creas a nadie y que te conviertas en paranoico, solo que simplemente no todo es perfecto y no todo es malo, decir si a todo es como caminar con los ojos vendados, en un bosque de noche lleno de árboles donde podrías golpearte con cualquiera de ellos.
2. Revisa, así te tome un poco de más tiempo: Como lo mencione anteriormente, esta es una falla más común de la que parece, a veces por la confianza que le tenemos a nuestros colaboradores hace pensar que, si les hacemos una revisión a su trabajo, es como faltar a esa confianza que le tenemos, pero no es así, es importante revisar para estar informado de los procesos, también, para cubrirnos de posibles errores en cálculos.
3. No firmes ni autorices nada sin comprobar: Este error es tan común y puede llevar a grandes problemas, si el fraude se comete porque firmas o autorizas algo sin tener algún tipo de soporte, créeme que lo primero que dirán será: “¿y dónde está el sentido común?”, se escucha feo pero pasa, hay ocasiones que estos fraudes se pudieron evitar si el líder de proceso hubiese tenido soportes revisados y algún tipo de evidencia en caso que pase algo, un correo explicativo o un papel firmado puede ayudar, ya que no podemos revisar todo al detalle y algo de confianza le debemos a las personas con quien trabajamos.
4. Si no estás seguro es mejor que preguntes: Hay que tener claro que nadie se las sabe al 100%, a veces por la más mínima duda que se tenga, es mejor disiparla para evitar contratiempos futuros, en estos temas de fraude es mejor no suponer, porque los perpetradores tomarán eso como ventaja a su favor. El hacer consultas a áreas de control también es importante, alguien que te pueda orientar que hacer, sea control interno de tu organización u otro de tus pares.
5. Ojo a las cifras demasiado perfectas: Como mencioné anteriormente, no todo es perfecto, una de las actuaciones a veces involuntaria de los perpetradores, es tratar de encajar de forma perfecta las cifras, por ejemplo, número de pedidos cerca del tope permitido o cifras en los estados financieros muy cerca del límite, cada líder de proceso conoce su área, a veces es bueno usar el conocimiento del negocio junto con la intuición.
6. Dar aviso a entes internos de control: A veces hay cosas que nos sobrepasan y hay que saber reconocerlo y poder: “levantar la mano” cuando hay que hacerlo, si hay dudas y creen que la desconfianza los supera, eleven una consulta al área responsable de investigar este tipo de actuaciones, generalmente en las empresas hay auditores forenses especialistas en este tipo de situaciones que cada vez son más frecuentes, esto los cubre a ustedes como lideres en caso que se llegue a materializar un delito económico y por supuesto salvaguardan los intereses de la compañía en donde se encuentren.
Las propuestas anteriores son algunas de muchas que podrían ayudarles a entender como opera un fraude, lo importante es saber leer a las personas que están a su alrededor. Si conoces o se te ocurren más de estas, comentalas en la publicación y aprendamos juntos.
“A veces el día a día no da para tanto, pero es mejor evitar dolores de cabeza”
¿Qué otros tips puedes aportarnos?
Saludos
Nestor D Coba Soto
Especialista en Auditoría Forense y Gerencia de Calidad
CFCS - Certified Financial Crime Specialist
MBA
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