Estamos viviendo una época de crisis mundial muy seria, poco a poco el pánico se apodera de todo el mundo, los gobiernos no solo deben contener la pandemia sino también el caos que genera la desinformación y pescar en río revuelto es una de las especialidades bien entrenadas de los delincuentes económicos, quienes saben de ante mano que nada es eterno y que esta situación de miedo pasará, pero ellos siendo sabios, saben que deben prepararse para lo que viene después del Covid-19.
Para este caso, podemos ver a dos tipos de delincuentes, los primeros son los que están formados, con un plan en marcha, el cual consiste en utilizar los medios virtuales como forma de ataque, utilizan la información oficial de los gobiernos y la transforman a su beneficio, aprovechándose de la necesidad de las personas, un ejemplo claro de esto son las ayudas que los gobiernos locales brindan a la comunidad para apaciguar la crisis, se utiliza el correo electrónico para contactar a la víctima, haciendo que diligencien formularios como forma de agilizar estos trámites, al final por la misma desesperación de las personas, entregan información confidencial, siendo victimas de estafas y robos. Esta modalidad, se aplica también a los sectores bancarios, en la tipología suplantación de identidad, centrándose en el robo de información y así poder solicitar préstamos, tarjetas de créditos etc.
Pero para este artículo, nos centraremos en el segundo tipo de delincuente, que es aquel quien aparece según la circunstancia, para este caso, la incertidumbre laboral que genera la crisis del Covid-19 crea este tipo de personaje, el cual planea su ataque como auto salvamento, estos pueden ser colaboradores internos de las organizaciones y proveedores. Para la interpretación de este análisis y algunas de las modalidades que se pueden presentar, utilizaremos el triángulo del fraude.
Recordemos que el triángulo del fraude es un modelo para explicar los factores que hacen que una persona llegue a cometer fraude laboral. Consta de tres componentes que, juntos, llevan a un comportamiento fraudulento, los cuales explicaremos a continuación por medio de una hipótesis:
Presión: Como la economía esta cambiando, las empresas cambian su manera de trabajar, los empleados ante la crisis no saben que futuro les espera, lo que si es cierto es que nada volverá a ser igual (procesos, puestos de trabajos y cargos).
Racionalización: ante esta crisis los colaboradores ven un futuro incierto, por ello deben asegurar su salvaguarda en caso que la empresa prescinda de ellos y como está la situación, es mejor buscar otra alternativa, no importa cuál sea.
Oportunidad: debido a esta situación, muchas empresas se han visto la necesidad de ser mas flexibles en sus procesos, la idea es vender y como se trabaja todo el tiempo desde casa, el posible perpetrador tome esto para poder planear mejor su golpe.
De acuerdo a lo anterior, podemos citar algunas modalidades que se pueden presentar en esta crisis:
Trato de favor y soborno: Por el afán de poder recuperar ingresos, algunos proveedores tratarán de incentivar a los empleados, otorgándoles beneficios en dinero con la condición de registrar en los sistemas, la recepción de pedidos inexistentes, la compañía le paga al proveedor y el colaborador recibe su ganancia por el ilícito.
Debilidad en los controles: La forma de trabajar está cambiando, por ello, las empresas han tenido que verse obligada a ser mas flexibles en los controles, ya que es necesario vender, sin embargo, es cuando las áreas forenses debemos más estar atentos a esos cambios e identificar las debilidades y saber dónde el delincuente puede atacar.
Registro correcto de los ingresos: Para este caso, los colaboradores para mostrar gestión, registran como un hecho dado algunos ingresos cuando estos no han sido legalizados correctamente, esto aplica para contratos no firmados, ventas no legalizadas o inclusive recepción de pedidos de forma incompleta, si bien es cierto que, la posibilidad que estos ingresos se den en un futuro, también cierto que no se puedan lograr por la situación actual en que vivimos, estos casos son necesarios monitorearlos.
Es importante desde siempre y más en esta época, entregar los reportes reales a la alta dirección, así darle las herramientas necesarias para que tomen decisiones asertivas en épocas de Covid-19, en estos momentos los fraudes ya se están configurando, es importante fortalecer y transformar la forma como actuamos en esta nueva situación.
¿Qué otros tipos de fraude pueden suceder?
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