Cuando se habla de mentes criminales, nos transportamos a los asesinos seriales de las películas, particularmente yo me transporto a las películas de Hannibal Lecter, papel interpretado por Anthony Hopkins.
Jorge Hidalgo Chagoya Psicólogo Clínico, describe en la revista Icónica a Lecter, como un sujeto formidablemente violento que bien podría sufrir trastorno antisocial de la personalidad, psicopatología descrita como un patrón general de desprecio y violación de los derechos del otro. Llamados comúnmente sociópatas o psicópatas (la diferencia entre ellos gira en torno al nivel de intensidad maligna), a estos sujetos se les considera – equivocadamente– seres sumamente inteligentes 1.
No solo las mentes criminales las podemos encontrar en el mundo de los homicidios, también se encuentran en el entorno laboral.
El defraudador es una persona sumamente inteligente que es capaz de planear con detenimiento un delito financiero o económico y puede llegar desde la racionalización a la acción en poco tiempo, así como lo describí en uno de mis blogs anteriores acerca del triángulo del fraude.
Todas las personas tenemos rasgos de personalidades que nos distinguen de los demás, es por eso que somos únicos y es lo que se considera bajo los parámetros normales, sin embargo, en el mundo del fraude y los delitos, se pueden encontrar los llamados trastornos, que son perturbaciones o desórdenes que alteran el funcionamiento normal de una persona o de una situación, En psicología, los trastornos de personalidad son aquellas afecciones mentales, comportamentales, emocionales y de pensamiento que interfieren con el desempeño social, especialmente en el ámbito de las relaciones interpersonales.
Los únicos que son capaces de realizar un diagnóstico efectivo de un trastorno son los psicólogos conductuales o psicólogos forenses, los cuales aplican técnicas específicas ya probadas, sin embargo, como Auditores Forenses debemos ser capaces de reconocer ciertas características comportamentales que puedan darnos información a manera general, de qué tipo de trastornos pueden participar en un delito, a fin de elaborar las hipótesis que nos lleven a descubrir el modus operandi y el destinatario final de los dineros ilícitos.
De acuerdo a las clasificaciones de la American Psychiatric Association (DSM) y de la OMS (CIE) en sus distintas versiones, algunos trastornos que nos pueden dar indicios son los siguientes:
El trastorno paranoide de la personalidad es un patrón de desconfianza y suspicacia que
hace que se interpreten maliciosamente las intenciones de los demás.
El trastorno esquizoide de la personalidad es un patrón de desconexión de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional.
El trastorno esquizotípico de la personalidad es un patrón de malestar intenso en las relaciones personales, distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento.
El trastorno antisocial de la personalidad es un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás.
El trastorno límite de la personalidad es un patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y de una notable impulsividad.
El trastorno histriónico de la personalidad es un patrón de emotividad excesiva y demanda
de atención.
El trastorno narcisista de la personalidad es un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.
El trastorno de la personalidad por evitación es un patrón de inhibición social, sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.
El trastorno de la personalidad por dependencia es un patrón de comportamiento sumiso y pegajoso relacionado con una excesiva necesidad de ser cuidado.
El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad es un patrón de preocupación por el
orden, el perfeccionismo y el control.
Para que estos trastornos estén presentes se deben cumplir cierta cantidad de características enmarcadas en el DMS, a lo largo de la investigación forense, nos encontraremos con este tipo de sujetos que bien podemos analizar en las diversas entrevistas que tengamos con ellos, para eso debemos escoger y preparar las preguntas a hacer.
Lo anterior son unas de las tantas herramientas que tenemos los Auditores Forenses y/o Investigadores de Delitos Financieros en pro de desenmascarar a los posibles delincuentes en las empresas y poder llevar a cabo una mejor investigación. 2
Bibliografía
[2]DSM- Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales
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